EL OLIVA, EL GANDIA Y LOS ASTURIANOS. 1991-1992.

  El 23 de Junio de 1991 fue un día histórico para la Unión Deportiva Oliva. En la última jornada de la promoción de ascenso a Segunda B el equipo olivense se impuso por 0-1 en el campo del Ibiza gracias a un gol de Llario.
La victoria significaba el ascenso por vez primera en la historia a la Segunda División B. Las gradas del estadio municipal de Ibiza (ya desaparecido), que contaron con nutrida presencia de aficionados olivenses desplazados en Ferry, se tiñeron del color azul.
  El ascenso culminaba una época de éxitos que, bajo la dirección del presidente Monzonís, consiguió sacar del anonimato del fútbol regional a la UD Oliva.
La Ude, habitual de la Tercera División en la década de los 60, descendió en la temporada 1969-1970 para no regresar a la categoría hasta 20 temporadas después. En la temporada 1989-1990, la del retorno, el Oliva rozó el ascenso a Segunda B, pero cayó finalmente en una polémica promoción ante el Torrent. Solo 1 año despues el Oliva conseguía, ahora sí, hacer historia en la isla Pitiusa.

Apenas a 10 kilómetros del Camp del Morer, las aguas del Serpis, junto al Guillermo Olagüe, bajaban revueltas. El Gandia venía de realizar una decepcionante temporada en Segunda B tras finalizar el campeonato en novena posición, lejos de los puestos de promoción por el ascenso. Fue una temporada con un comienzo muy prometedor que se vió truncada en Noviembre por una durísima derrota por 8-0 en Copa del Rey, en el estadio Insular de Las Palmas, ante la histórica Unión Deportiva. El Gandia, entrenado por el peculiar técnico gallego Fabri González, acudió a Las Palmas dispuesto a mantener el 3-0 de la ida y hacer historia, pero tras la goleada no volvió a ser el mismo y acabó el campeonato, pese a tener un buen equipo, sin pena ni gloria y con la destitución de Fabri.
Al traspiés deportivo se le unía una complicada situación económica que obligaba, bajo la presidencia de Vicente Ribes, a rebajar las aspiraciones deportivas y a apretarse el cinturón de cara a la temporada 1991-1992.

Plantilla UD Oliva 1991-1992.

El OLIVA
El cuadro Azul afrontó el debut en Segunda B apostando por gran parte de los jugadores que consiguieron el ascenso en la temporada anterior. Así, jugadores como Cañero, Pomar, Sanmartín, Saoro, Salelles, Palonés, González o Lloret seguían en el Morer junto con unos pocos refuerzos, entre los que  destacaban jugadores experimentados en la nueva categoría como Briones (Alzira), Sabater (Alcoyano) y especialmente el bellreguardí Franco Borràs, que venia de ascender a Primera División (aunque dispuso de pocos minutos) con el Albacete de Benito Floro
  Franco, mito del CF Gandia de los ochenta, formaba parte de la nutrida representación de ex-gandienses, sangre blanquiazul directamente transferida al vecino olivense, que completaban Palonés, Sanmartín, Lloret, Blanco y el incombustible y admirado ex-capitán del CF Gandia: Domingo Pomar.
  El entrenador elegido para dirigir al Oliva sería Ramón Vila, que dejó un grato recuerdo en su anterior etapa en el equipo, y que sustituyó en el cargo a Eduardo Tudela con el objetivo, ciertamente complicado, de mantener la categoría en un grupo donde militaban rivales del potencial del Hércules, Elche, Levante, Orihuela, Cartagena o Alcoyano, además de los madrileños Atlético de Madrid B, Getafe y Leganés. Casi nada.

CF Gandia 1991-1992.  De izquierda a  derecha, Arriba: Museros, Arturo, Carlos, Eduardo, Susaeta, Paco Lorente, Salom y Florentín. En el Centro: Pedro (Fisioterapeuta), Jeroni, Cudi, Blanco, Vicente Morant (Presidente), Paco Bataller (Entrenador) Enguix, César y Toni Bataller (Segundo entrenador).Sentados: Aguilar, Salva, Julián, Pedro y Chispi.

EL GANDIA
En el Gandia, con un presupuesto menguado respecto a temporadas anteriores, se confía en Paco Bataller, técnico de la casa que había sustituido a Fabri González en la recta final de la temporada anterior. Bataller dirigirá un equipo muy joven en el que la mayoría de jugadores apenas sobrepasan los 20 años. Por primera vez desde los tiempos de Tercera División se apuesta, además, por jugadores de la comarca. De esta manera el equipo cuenta en sus filas con Pedro, Salom, Jeroni, Enguix, Chesa (que debutó mediado el campeonato), Paco Lorente, Julián, Pallarés (que debutará con solo 16 años), Arturo y Salva Escrivà como representantes de La Safor.
  El fichaje del defensa central Aguilar, que dejó un grato recuerdo en el equipo de la temporada 1989-1990, procedente del Orihuela, es uno de los más destacados. Diego Jiménez es uno de los pocos supervivientes de la temporada anterior y sigue una campaña más, la quinta consecutiva.
  Para otorgar algo de veteranía a un equipo que destaca por su juventud, y que, de hecho, se vende como «el equipo más joven de la historia blanquiazul», llegan dos veteranos, futbolistas clásicos de la Segunda B valenciana, como el portero castellonense Museros (31 años) y el bilbaíno Susaeta (34).

Javier Menéndez «Cudi». Gijonés,  jugó tres temporadas en el Gandia.  Tras una larga trayectoria deportiva echaría raíces en la Ciudad Ducal.

LOS ASTURIANOS.
Pero la nota más llamativa de la temporada la pone la presencia en la plantilla gandiense de hasta cinco jugadores de origen asturiano: Cudi, Eduardo, Carlos, Chispi y César.
La conexión astur-gandiense en la historia del CF Gandia había sido hasta entonces puntual y prácticamente anecdótica. En la temporada 1973-1974 el ovetense Paquito, tras una larga y brillante trayectoria como futbolista en el Valencia CF, inició su carrera como entrenador dirigiendo al Gandia en una potente Tercera División de solo cuatro grupos, en la que no pudo evitar el descenso de categoría.
Años después, en la campaña 1985-1986, llega Orlando, un joven centrocampista formado en la cantera del Sporting que llegó a debutar, dos temporadas antes, con el primer equipo gijonés en Liga contra el Real Madrid, aunque en Gandia, con problemas de peso, estuvo prácticamente inédito.
  La primera avanzadilla asturiana llega en la temporada 1990-1991con la presencia del portero Rogelio, procedente del Langreo, y de los defensas Roberto Jonás y Javier Ménendez»Cudi», del Sporting Atlético, filial sportinguista. Rogelio no dispone de demasiados minutos, pero Cudi se revela como un excelente lateral izquierdo que disputará los 38 partidos de Liga, mientras Jonás se consolida en el eje de la Defensa blanquiazul.

  Lo cierto es que la inmersión del Gandia en el mercado asturiano buscando el «bueno-bonito-barato» no es casual tras el gran resultado ofrecido por Cudi y Jonás y ante el gran momento futbolístico que se vive en el Principado. En la temporada 1990-91 Oviedo y Sporting de Gijón realizan una gran temporada en Primera División y se clasifican para jugar competición europea. Además, el decano del fútbol asturiano, el Real Avilés, realiza una buena temporada en Segunda División A y jugadores como Bango del Oviedo o Luis Enrique, Abelardo y Manjarín del Sporting, se perfilan como jugadores con un importante futuro en el fútbol español.

Los nuevos asturianos que acompañan a Cudi, y el mismo Cudi, son jóvenes valores surgidos, en su mayoría, de la prolífica cantera sportinguista, fuente inagotable de excelentes futbolistas desde finales de los setenta y que tiene su sede en La Ciudad Deportiva de Mareo.
Ángel Vázquez, conocido como Chispi, era un talentoso centrocampista que llegó a Gandia tras probar antes fortuna con el filial del Málaga, el Atlético Malagueño.
Eduardo Rodríguez (Eduardo) era un espigado delantero procedente del Langreo de Segunda B, mientras José Carlos Riestra (Carlos), centrocampista, llegó procedente del Hispano, con el que había sido Subcampeón de la Tercera asturiana en la campaña anterior. Por último, César Suárez (César), defensa procedente del filial del Real Oviedo, es el único que no formó parte de la cantera sportinguista.

Jornada 2. 8-9-1991. Alineación del Oliva en su primer desplazamiento en Segunda B. Estadio Martínez Valero de Elche. De izquierda a Derecha, de pie: Cañero, Pomar, Miguel Ángel, Salelles, González y Pepito. Agachados: Franco, Lloret, Palonés, Javi y Llario.

BUEN COMIENZO PERO…
La temporada comienza de forma esperanzadora para olivenses y gandienses. Ambos consiguen superar las dos primeras eliminatorias de la Copa del Rey que se disputan entre finales de Agosto y principios de Septiembre; el Gandia elimina al Torrevieja y al Alzira; y el Oliva hace lo propio ante Burriana y Torrent.
  Además, en la Liga, que da comienzo en el primer día de Septiembre de 1991, el Gandia arranca el campeonato con una gran victoria en el Rico Pérez ante el Hércules, un campo siempre propicio para los gandienses, en un partido resuelto con un solitario gol del joven delantero de Beniopa Julián Sanz a los 35 minutos de juego.
  El Oliva por su parte debutará en la categoría de Bronce empatando en El Morer a un gol ante el Valdepeñas. Franco, a los 23 minutos, marcó el gol que adelantaba al Oliva. Un gol histórico en un partido que contó con la siguiente, y no menos histórica, alineación: Pepito, Miguel Ángel (Simón), Cañero, González, Lloret, Salelles, Franco, Saoro, Llario, Sanmartín (Blanco) y Palonés.
  Pero el transcurso del campeonato evidenciará, sin embargo, las carencias de olivenses y gandienses, que serían eliminados de la Copa del Rey en la tercera ronda ante el Alcázar y el Racing de Santander respectivamente, y que en la Liga se convierten pronto en habituales de las posiciones de descenso.
  La euforia futbolística en Oliva provocada por el ascenso y debut en la Segunda B, va tornando en nerviosismo y descontento. Tras sumar cinco derrotas en seis partidos las protestas de la afición arrecian y el entrenador Ramón Vila es destituido y reemplazado por Carlos Simón, que debuta en la jornada 12. La directiva que preside Paco Morató, consciente de que el equipo necesita refuerzos, contrata a Andrés, Edu Arnau y el uruguayo Daniel Fernández…pero los resultados siguen sin llegar.
  Llegados a la jornada 17 los dos equipos de La Safor ocupan posiciones rezagadas;  el Gandia es decimosexto con 11 puntos, solo 1 punto más que el Oliva, que ocupa la decimoctava y antepenúltima plaza. La situación clasificatoria de ambos no resulta especialmente halagüeña de cara al esperado derby de La Safor, que se disputará en la siguiente jornada.

5-4-1992. Gandia-Benidorm. De pie: Jeroni, Museros, Julián, Susaeta, Cudi, y Diego. Agachados: Chesa, César, Pedro, Carlos y Aguilar.

VUELVE EL DERBY
Los enfrentamientos Oliva-Gandia constituyen una página destacada en la historia de ambos clubs. La rivalidad acérrima, llevada en ocasiones a extremos delirantes en la década de los cuarenta, sufrirá, sin embargo, un largo paréntesis en el que, para encontrar el último precedente en Campeonato de Liga, nos debemos remontar al 23 de Abril de 1967, en partido de la penúltima jornada de la Tercera División de la temporada 1966-1967. El encuentro se jugó en el campo del Montdúver de Gandia con el contundente resultado de 5-0 en favor de los blanquiazules.
  Así pues, 24 años después, el 6 de Enero de 1992, se volvieron a ver las caras, en El Morer, gandienses y olivenses. La UD Oliva formó con Pepito, Andrés, Pomar, Cañero, Miguel Ángel, Blanco, Saoro, Llario, Franco, Palonés y Sanmartín. Javi y Dani Fernández participaron igualmente desde el banquillo.
  En el Gandia actuaron Museros, Aguilar, Paco Lorente, César, Diego, Cudi, Chispi, Pedro, Susaeta, Julián y Chesa. Carlos y Eduardo también jugaron en sustitución de Julián y Chesa. El Gandia, en un partido que discurrió sin ningún incidente (los tiempos por suerte habían cambiado) se impondría por 0-2 con goles en la segunda parte de Aguilar (47′) y Eduardo (91′), un resultado que servía para aliviar la difícil situación del Gandia pero que hundía un poco más al Oliva.
 
INCIDENTES EN EL MORER. LLEGA SAPENA.
La llegada de Carlos Simón y de los refuerzos apenas servía para mejorar la situación de un equipo olivense que llegó a acumular una racha de 16 partidos sin ganar. Para colmo de males,en la jornada 23, el Oliva-Orihuela disputado en el Morer iba a tener nefastas consecuencias. Con resultado de empate a uno el árbitro del partido, Velázquez Carrillo, anula un gol a los olivenses y concede, poco después, un discutible penalti a los oriolanos que supone la victoria final de éstos por 1-2, enfureciendo a los aficionados olivenses que provocan graves incidentes al término del partido. El colegiado sufre la agresión de varios seguidores del Oliva y el Comité de Competición actúa sancionando duramente al Oliva y clausurando El Morer hasta el final del campeonato.

En el Gandia las cosas no van mucho mejor. Los blanquiazules se muestran como un equipo bisoño al que le cuesta muchísimo ganar. En la recta final de la Liga la permanencia parece más bien una utopía.
  A nivel institucional llega algo de esperanza al club con la llegada de un nuevo presidente, Paco Sapena, que pretende devolver la ilusión a los aficionados y volver a hacer grande al Gandia. Sapena, aprobada recientemente la Ley del Deporte,  se plantea convertir al club en Sociedad Anónima Deportiva y cuenta con la participación de la empresa Gandipublic, que asume la deuda del club a cambio de la explotación comercial de éste (el Guillermo Olagüe albergará importantes conciertos de Mecano o Alejandro Sanz organizados por Gandipublic en el verano de 1992). Con la llegada del nuevo presidente se persigue, casi a la desesperada, reforzar al equipo, y de esta manera llegan Simón y Mario, dos jóvenes canteranos procedentes del Albacete con los que se espera revertir la grave situación en la tabla.

13-10-1992. Estadio Vicente Calderon. At. Madrid B-Gandia. De izquierda a Derecha, De pie: Museros, Eduardo, Diego, Susaeta y Jeroni. Agachados: Aguilar, Pedro, Chispi, Cudi y Paco Lorente.

LA ESPERADA REACCIÓN
Y cuando parecía que Oliva y Gandia enfilaban, prácticamente sin ofrecer resistencia, hacia el camino inevitable del descenso, llega por fin la reacción.
  El Oliva, obligado a jugar en el exilio, convierte, sorprendentemente, su nuevo hogar, el campo Municipal de Xàbia, en un autentico fortín. Los olivenses, con el delantero Edu Arnau en estado de gracia, acumulan seis victorias consecutivas en casa que devuelven la esperanza y las opciones de permanencia.
  Por su parte el Gandia, cuando ya se masca la tragedia, consigue dos victorias consecutivas ante Torrevieja y Alzira y, aprovechando el mal momento del Valdepeñas, su más directo rival,  consigue acercarse a la salvación.
  En la jornada 37, la penúltima, se disputa un nuevo derby de La Safor, ahora en el Guillermo Olagüe. Gandia y Oliva se citan en un partido que será determinante en la lucha por la permanencia. En la clasificación el Gandia está un puesto fuera del descenso con 28 puntos, aunque empatado con el Valdepeñas, al que supera en el gol average particular. Con 26 puntos se encuentra la UD Oliva, quedando por detrás Roldán, Alzira y Torrent, que son ya carne de Tercera.

  El 17 de Mayo se disputa el Gandia-Oliva decisivo con una gran entrada en el Guillermo Olagüe y numerosa presencia de aficionados olivenses. El Gandia necesita ganar para poder, incluso, asegurarse la permanencia matemática, dependiendo de lo que suceda en el Valdepeñas-Torrevieja, mientras al Oliva solo le vale la victoria para llegar con vida al último partido.
  La primera parte finaliza con empate sin goles y con un Oliva que busca sin suerte la portería gandiense. En la reanudación, el Oliva arriesga al máximo y es entonces cuando, en solo dos minutos, se desequilibra el partido.  Simón y Julián en los minutos 62 y 63 adelantan al Gandia y dejan el partido prácticamente sentenciado, condenando al mismo tiempo al Oliva. Aguilar en el minuto 71 y de nuevo Julián en el 86 redondean la victoria blanquiazul con un 4-0 final. En Valdepeñas, el Torrevieja consigue empatar 3-3 en los últimos minutos y sirve en bandeja la permanencia al Gandia. En la última jornada de Liga un punto del Gandia o un empate o derrota del Valdepeñas serán suficientes para amarrar la permanencia…

FIN DE TEMPORADA EN EL MADRIGAL
El Gandia despide la temporada en Villareal, un potente rival en el que milita el gandiense Guijarro,  que ya ha conseguido matemáticamente una plaza para disputar la promoción de ascenso, pero que busca asegurar la segunda posición. Los gandienses acarician la permanencia y afrontan el partido con la moral que supone el haber ganado los tres últimos partidos. Simón, el refuerzo albaceteño de última hora, se revela como un jugador importante, autor de tres goles en los últimos partidos que valen su peso en oro.
  El Valdepeñas, por su parte, juega en el Luis Súñer ante el Alzira, farolillo rojo y descendido matemáticamente, en una temporada marcada por los graves problemas económicos que condenan al equipo de la Ribera. A los manchegos sólo les vale la victoria ante un Alzira escasamente motivado.
  La tarde del 24 de Mayo de 1992 se presenta tan apasionante como moderadamente optimista, pero desde los primeros minutos los acontecimientos tomarán un cariz cada vez más sombrío…
  A los 5 minutos de juego el Valdepeñas se adelanta en Alzira y, poco después, en el minuto 11 de juego, el Villareal hace lo mismo por mediación de Reyes. Planelles en el minuto 30 dobla el marcador y al descanso el «submarino amarillo» vence al Gandia por 2-0. Cuando en el minuto 55 de su partido el Valdepeñas consigue el 0-2, el Gandia se encamina irremediablemente en dirección al descenso. El equipo blanquiazul, sin capacidad de reacción,  cae noqueado duramente con un 4-0 final y se despide de la Segunda B (crónica de una muerte anunciada) tras seis temporadas.

BALANCE
La experiencia del Oliva en Segunda B será considerada como histórica, pero al tiempo deja un regusto amargo en un equipo que empezó a funcionar demasiado tarde y que sufre más sinsabores que alegrías con el recuerdo desagradable, además, de los incidentes ante el Orihuela que provocaron el destierro.

En el Gandia el experimento, marcado por las dificultades económicas del momento, de confeccionar un equipo muy joven, excesivamente joven, con nutrida presencia de asturianos, se revela fallido, aunque sirve para consagrar a Julián Sanz (máximo goleador con 15 goles), que fichará por el Real Murcia en la siguiente temporada y al central Paco Lorente que marchará al Palamós de Segunda A.
 
  En cuanto a los asturianos, Cudi, César y Chispi serán titulares habituales en la alineación titular del Gandia, mientras Eduardo y Carlos disfrutarán de bastantes minutos, pero pese a ello solo Cudi seguirá una temporada más en el equipo blanquiazul, antes de labrar una larga carrera en Segunda B (Murcia, Levante y especialmente Novelda) con parada incluida en la Segunda A (jugó dos temporadas con el Alavés).
Chispi, por su parte, fichó por la Ponferradina y, tras una gran temporada, recaló en las filas del Mestalla en la temporada 1993-1994, llegando a debutar con el primer equipo del Valencia en un amistoso de pretemporada, antes de regresar al Norte para convertirse en un jugador muy valorado en el grupo 1 de la Segunda B con la Ponferradina, de nuevo, y el Langreo.
  Eduardo, tras jugar en el Calpe, volvió a casa y jugó en varios equipos gallegos y asturianos punteros de Tercera división. Carlos Presa volverá a Asturias para jugar con el Lealtad de Villaviciosa y César hara lo mismo con el Caudal de Mieres, convirtiéndose ambos en jugadores clásicos de la Tercera división asturiana, con alguna aparición puntual en Segunda B.

  La temporada 1991-1992 dejó un amargo regusto en la afición gandiense, que veía como su equipo, náufrago errático a lo largo de la temporada, se ahogaba cuando ya acariciaba la orilla. Sin embargo, pasará a la historia por la reedición de un derby comarcal sumido en el olvido y por la aventura de un puñado de jovenes futbolistas asturianos que soñaron con triunfar en la Ribera del Serpis, pero que sufrieron el amargo desencanto de un descenso en La Plana, en el vetusto campo de El Madrigal.

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