PINA, AVILÉS, CRISIS EN EL CF GANDIA. TEMPORADA 1993/1994.

Si hay una palabra recurrente en la historia del CF Gandia de los últimos tiempos esa no es otra que CRISIS. Los impagos a futbolistas, entrenadores o proveedores, las deudas astronómicas, los malos resultados deportivos, la desafección de la afición… son los elementos necesarios para fabricar la «tormenta perfecta» que provoque la aparición del fantasma de la desaparición planeando, de nuevo, sobre el Guillermo Olagüe. Relatar en un artículo todas los momentos críticos del CF Gandia, con el recuerdo aún reciente de la crisis del pasado verano 2024, se presume tarea ciertamente imposible de sintetizar, pues daría, lamentablemente, para un libro entero. Sólo el periodo funesto 2012-2018, que llegó a sumir al club en el coma más profundo de la Segunda Regional, daría para muchos capítulos. En realidad, podríamos asegurar que la historia del Gandia de los últimos 24 años, desde el descenso inesperado a Tercera División en la temporada 2000/2001 (sólo un año después de haber estado a punto de conseguir un ascenso histórico a Segunda A), es la historia de una crisis permanente, exceptuada por un par de momentos puntuales: los primeros tiempos de la Asociación APLEG (2010) y de Libero Parri (2019-2022).

Hemos querido, pues, centrarnos en uno de los momentos más polémicos del club, una de las temporadas más recordados, por extraña y por estrambótica, por la que desfilaron hasta dos presidentes, cinco entrenadores y no menos de cuarenta jugadores. Fue la temporada 1993/94, con un club ahogado por las deudas y obligado a luchar por evitar el descenso a Regional Preferente con un equipo integrado, casi exclusivamente, por jugadores canteranos, que debían competir en un ambiente de crispación generalizada en el que las polémicas se sucedían casi a cada semana y palabras como «tranquilidad» o «estabilidad» eran mera utopía. El siguiente es un relato cronológico de aquella temporada, desgranado mes a mes, a través de las excelentes crónicas firmadas por el periodista Salva Talens para la edición de La Safor del periódico Levante-Emv.

JULIO
El 23 de Julio de 1993 se celebra la Asamblea General del CF Gandia. Una asamblea despachada en sólo 16 minutos y a la que apenas acuden 8 socios. El presidente Paco Sapena constata la grave situación económica del CF Gandia, pese a haber reducido la deuda del club (de 40 a 33 millones de pesetas, que al cambio en euros, teniendo en cuenta la inflación, serían hoy cerca de 400.00 euros). Tras el fracaso deportivo de la temporada 1992/93, en la que el equipo no consigue la clasificación para disputar la promoción de ascenso, Sapena pide el apoyo de la afición de cara a la nueva temporada 1993/94. En un difícil contexto económico nacional, marcado por una grave recesión iniciada en el año 1992 (la tasa de desempleo pasó en el periodo 1992-1993 del 16 al 24%) la directiva presenta un presupuesto muy ajustado, de sólo 18 millones de pesetas. En la Asamblea se confirma el nombre de Damián Castaño como nuevo entrenador del primer equipo.

AGOSTO
El 3 de Septiembre se presenta la plantilla 1993/94 con un partido amistoso ante el València B (antiguo Mestalla), que finaliza con empate sin goles. Damián Castaño, que cuenta con Vicent Pellicer como segundo entrenador, dispone de un equipo joven, en el que sólo siguen de la temporada anterior el portero Alejo, los defensas Ignacio Català y Oscar Estrada y los delanteros Paquito y Pedro. Las altas son el portero Mina (Alberic), Salva Escrivà y Salvi (Calpe), Salva Caballero y Moya (Carcaixent), Cruañes (Tavernes), Lino (Lliria), Rufete (Sueca), Diego (Oliva) y Ramón Castelló, completando la plantilla los futbolistas de la cantera Jordi, Quiles, David Muñoz, Chiqui, Pallarés y Juanma Salcedo.
Damián Castaño asegura ante los medios de comunicación que el objetivo del equipo es la permanencia, pero sin renunciar a nada. La primera «bomba» de la temporada, sin embargo, estallará pocos dias antes de que comience el campeonato (el 5 de Septiembre, en casa ante el Orihuela): Paco Sapena anuncia su dimisión.

Damián Castaño fue un destacado entrenador de cantera muy vinculado a Ignacio Avilés. Entrenó en el Escuelas Pías y en el CF Gandia durante 11 temporadas, siendo segundo entrenador de Quique Hernández en la temporada del primer ascenso a Segunda B (1985/86). Tras dejar el club en la temporada 1988/89, entrenó a la UD Benissa (3 temporadas) y a la UD Tavernes. En la recta final de la temporada 1992/93 entrenó al Calpe, con el que estuvo a punto de clasificarse para jugar la promoción de ascenso a Segunda División B.

SEPTIEMBRE
La marcha inesperada de Sapena convulsiona a la Gandia futbolística y se habla, en los días posteriores, de la posibilidad de la desaparicion del club. Después de que su proyecto de reflotar al Gandia fracase, Paco Sapena justifica su decisión en el cansancio y en la escasa motivación: Sapena critica la pobre respuesta de la afición (el club tiene en ese momento sólo 200 socios). Paco Sapena llega al Gandia en Abril de 1992 heredando un club  en franca decadencia que comienza a estar ya consumido por las deudas. Su mandato estará condicionado por dos varapalos deportivos: el descenso a Tercera División, en la última jornada de la temporada 1991/92, cuando el equipo dependía de sí mismo para conseguir la permanencia, y la no clasificación para disputar la promoción de ascenso a Segunda B de la siguiente temporada. La realidad es que, a la importante deuda, se une la dificultad de obtener ingresos, habida cuenta que el club ya recibió en 1993 una subvención por anticipado del Ayuntamiento correspondiente al periodo 1993-1997 por importe de 25 millones de pesetas. Además, los derechos de imagen del club son propiedad de la empresa Gandipublic.
Tras la incertidumbre inicial respecto al futuro del club, se anuncia, finalmente, la celebración de una Asamblea con fecha 10 de Septiembre. En la misma, Sapena y su directiva presentarán oficialmente su dimisión, estableciéndose el calendario para la convocatoria de elecciones y conformándose una Junta Gestora encabezada por el ex presidente del club José Avaria.
El 22 de Septiembre se celebra una nueva Asamblea en la que se presenta una única candidatura encabezada por el socio Alberto Pina. Ignacio Avilés, cuyo nombre habia sonado con fuerza, finalmente no se presenta, alegando que, por motivos de trabajo, no dispone de tiempo para ocupar el cargo. En dicha Asamblea es proclamado, pues, Pina como nuevo presidente del CF Gandia. Joaquín Faus ocupará el cargo de Vicepresidente y Jose Luis Pérez el de Secretario, mientras Mario Melo se convierte en Delegado del primer equipo.

Empresario del sector hostelero e hijo de un destacado directivo del Gandia en las décadas de los 60-70, Alberto Pina Ivars, de 32 años, será el único candidato a la presidencia, convirtiéndose en sustituto  de Sapena. (Fotografía Ximo Ferri/Levante-Emv/Arxiu Històric Gandia).

El nuevo dirigente certifica el delicado estado de salud del club y anuncia la puesta en marcha de una «Economía de Guerra» que permita cubrir el presupuesto de la temporada y afrontar las deudas más apremiantes. Entre sus primeras medidas decide la anulación de los abonos ya emitidos y la emisión de unos nuevos, así como la supresión, con el fin de reducir gastos, de los desplazamientos en autobús, tanto del primer equipo como de los restantes que integran la cantera. Una medida controvertida que finalmente será rectificada cuando los padres de los jugadores decidan hacerse cargo de la contratación de los autobuses.

OCTUBRE.
Dos semanas después de ser proclamado presidente, Alberto Pina recibe una inesperada propuesta: Ignacio Avilés solicita, «a petición popular», que le ceda la presidencia, a lo que Pina se niega. Es entonces cuando estalla la particular guerra entre ambos.
El 15 de Octubre Pina anuncia que el club concede la baja unilateralmente a 7 futbolistas: Mina, Savi, Oscar Estrada, Lino, Cuqui Vidal, Moya y Rufete, mientras que Damián Castaño es suspendido cautelarmente de empleo y sueldo (posteriormente será destituido) por «inmiscuirse en asuntos que no le competen y poner a los jugadores en contra de su presidente». Alberto Pina justifica su decisión alegando que no puede pagar a los jugadores a los que ha dado la baja y anuncia que al resto de la plantilla se les pagará «cuando se pueda». En solidaridad con sus compañeros, los demás integrantes del primer equipo renuncian a jugar el siguiente partido de Liga en Mutxamel. Además, varios entrenadores de la cantera como Paco Orquin, Francisco Montaner o Bernardo Jareño (entrenador del filial) abandonan el club. El Gandia, que tras 7 jornadas de Liga ocupa la decimotercera posición (2 victorias, 2 empates y 3 derrotas), jugará en Mutxamel con futbolistas del Gandia B (que milita en Primera Regional) bajo la dirección del delegado del equipo, Mario Melo, cayendo derrotado por 3-1.
En el siguiente partido, disputado en Utiel, varios jugadores canteranos de la primera plantilla (Ignacio Català, Quiles, David Muñoz o Pallarés) deciden reincorporarse al equipo. El Gandia, dirigido ahora por Miguel Palau, vence, sorprendentemente, por 0-2, con goles de Alberto Pallarés. El ex-futbolista Ramón Legido pasa a ocuparse del filial en sustitución de Jareño, mientras la casi totalidad del resto de jugadores de la primera plantilla deciden pedir la baja voluntaria (Salva Escrivà, Salva Caballero, Pedro…).

NOVIEMBRE
La victoria frente al Utiel será un espejismo. El jovencísimo equipo gandiense, cuya mayoría de integrantes apenas alcanza la veintena de edad, sufre tres derrotas consecutivas ante Llíria (2-5), Onda (5-0) y Sueca (0-3), que sitúan al equipo al borde del descenso y provocan la destitución de Palau, que es sustituido por Juan Franco, entrenador del Juvenil B.

Ignacio Català (20 años) fue uno de los canteranos más destacados de la temporada. Debutó en la temporada anterior (1992/93) iniciando una larga trayectoria como blanquiazul. Pese a su edad fue elegido capitán de un equipo jovencísimo.

La directiva anuncia fichajes para reforzar el equipo, refuerzos considerados por los directivos como de «auténtica bomba que va a revolucionarlo todo en los mentideros futbolísticos de la ciudad», pero se trata, en realidad, de tres jóvenes jugadores descartados por el València B (que milita en Segunda B): el portero Serradell, el defensa Bruno y el centrocampista Matías. Los tres llegan a coste cero, abonando el Gandia únicamente los gastos de desplazamiento. Llega igualmente el delantero Juan Ferri, procedente del Almoines, y causa baja el portero cullerense Alejo, mientras que Cruañes decide, finalmente, seguir en el equipo. Con las últimas incorporaciones mas los jugadores subidos del filial y los pocos supervivientes del equipo confeccionado inicialmente por Damián Castaño, el nuevo Gandia de la «Era Pina» está integrado por Serradell y Vicent Morant (porteros); Fidel, Bolo, Óscar Vidal, Juanma, Ignacio Català y Bruno (Defensas); Matías, Óscar Morant, David Muñoz, Quiles, Cruañes y Santi (Centrocampistas). Pallarés, Paquito, Chiqui, Juan Ferri y Ximo Ferri (Delanteros).

DICIEMBRE 
El Gandia mejora levemente con los refuerzos y consigue alguna victoria importante, como la lograda en el campo del líder Crevillent (1-4) en la jornada 17, lo que le permite seguir fuera de los puestos de descenso, aunque con escaso margen respecto a su más directos perseguidores: Horadada y Orihuela.
El Gandia, con la ficha de entrenador bloqueada por las deudas con Damián Castaño y con los entrenadores de la temporada anterior (Parreño, Infante y Antonio Soldevila), resuelve la situación abonando a Castaño su finiquito, mientras que con el resto de entrenadores se negocia un aplazamiento. Esto permite a Pina presentar oficialmente un nuevo entrenador. Así, el 26 de Diciembre llega Toni Bataller, hermano del ex-jugador y ex-entrenador blanquiazul, Paco Bataller. Será el quinto entrenador de la temporada…

ENERO
Toni Bataller debuta en la última jornada de la primera vuelta, disputada el 2 de Enero de 1994, con derrota por 2-1 en el campo del líder Ontinyent. Suben del filial Curro y Pau Sapena y se incorpora, procedente del fútbol de empresas (!), el ex-jugador del Pego Pedro Ramos. La nueva bomba deportiva en Gandia surge con el anuncio del proyecto de creación de un nuevo club, liderado por Ignacio Avilés, que partiría, sin deudas, desde la Segunda Regional y que, incluso, dispondría de un nuevo campo de fútbol.

FEBRERO
Con objeto de buscar ingresos extraordinarios, el CF Gandia pone a la venta calendarios con las fotografías de todos los equipos del club al precio de 1000 pesetas. La oposición, comandada por Ignacio Avilés, aparca la idea de la creación del nuevo club y solicita a Alberto Pina la convocatoria de una Asamblea con objeto de presentar una moción de censura. La negativa de Pina provoca el requerimiento judicial de la oposición.

MARZO
El 9 de Marzo se presenta en el Juzgado de Gandia, por parte del socio Agustín Martínez, y en representación del grupo opositor de socios, una demanda con el fin de solicitar la celebración de una Asamblea.
La situación deportiva, por otro lado, se agrava. En la jornada 29 el Gandia pierde en Llíria (2-0) y acumula 8 partidos consecutivos sin ganar. En toda la segunda vuelta el Gandia sólo ha ganado un partido y cae a puestos de descenso. Con el Alzira y el Calpe defenestrados debido a los problemas económicos que les obligan, como al Gandia, a jugar con canteranos, la tercera plaza de descenso es un mano a mano entre dos históricos venidos muy a menos: CF Gandia y Orihuela Deportiva. La directiva, a la desesperada, decide, ahora sí, reforzarse para salvar al equipo del descenso. El 18 de Marzo se presentan el delantero Chesa (que vuelve a Gandia procedente del Tavernes) y el defensa central Paco Lorente, que está sin equipo y que había militado la temporada anterior en el Palamós de Segunda División A. Una semana después es presentado el centrocampista Rosa (ex jugador del Olímpic y Benidorm).

Vicent Martí «Chesa» fue uno de los refuerzos de final de temporada. El veterano delantero comenzó la temporada 1993/94 en las filas del Tavernes y, tras no tener ya opciones de ascenso a Tercera con el equipo de La Vall, aceptó volver a Gandia. Sus goles, en los pocos partidos que disputó, fueron muy importantes para apuntalar la permanencia.

ABRIL
Mario Melo, uno de los directivos más destacados de Pina, dimite el 15 de Abril. Se evidencia, de esta manera, que Pina está cada vez más sólo.
Con la llegada de los refuerzos mejoran los resultados y el Gandia acumula 5 partidos sin perder (1 victoria y 4 empates), consiguiendo salir del descenso en la antepenúltima jornada. En la penúltima fecha el Gandia visita El Morer para medirse al Oliva en el clásico comarcal. El Gandia empata 0 goles pero, pese a ello, y de forma inesperada, asegura la permanencia: el Orihuela es sancionado por la Federación Valenciana con dos puntos menos en la clasificación y queda a 3 puntos del Gandia, confirmando su descenso matemático y la salvación blanquiazul. El último partido del Gandia, en casa ante el Ontinyent, que se presumía dramático, será, finalmente, intrascendente.

MAYO
La oposición liderada por Avilés consigue, por resolución judicial dictada por el juez Francisco Canet Alemany, del Juzgado de Primera Instancia número 5, la admisión a trámite de la demanda. Se establece, pues, la fecha del 20 de mayo para la celebración de la Asamblea, con un único punto en el orden del día: la moción de censura que descabalgue a Alberto Pina.
Días antes de la Asamblea, el 11 de Mayo, Pina sorprende presentando en la Federación Valenciana los contratos de renovación de los entrenadores Toni Bataller y Miguel Palau, por 3 y 2 temporadas respectivamente, para dirigir al primer equipo y al juvenil. El presidente del Gandia alega que había llegado a un acuerdo verbal con ambos en Enero, pero la presentación de los contratos, días antes de la celebración de una Asamblea que, con casi con total seguridad, supondrá su destitución, deja estupefactos e indignados a los miembros de la oposición. La Federación Valenciana de Futbol reacciona bloqueando ambos contratos hasta la fecha de celebración de la Asamblea.
La renovación de los dos entrenadores será la última polémica de la temporada, pues un día antes de la Asamblea, Alberto Pina, evitará el mal trago de la moción de censura y presentará su dimisión. La controvertida Asamblea, sin embargo, se celebrará igualmente, estableciéndose en ella el calendario para la realización de elecciones a la presidencia. El periodo de presentación de candidaturas se establece del 24 de Mayo al 2 de Junio.

Ignacio Avilés. Tras presidir al club en el exitoso periodo 1984-1988, regresa 10 años después para rescatar a un Gandia moribundo.

JUNIO
El 2 de Junio de 1994, como estaba previsto, se presenta una única candidatura encabezada por Ignacio Avilés. De esta forma Avilés es proclamado nuevo presidente del Club de Futbol  Gandia.

BALANCE
En una temporada nefasta, Alberto Pina pasó a la historia, seguramente, como el presidente más polémico en la historia del club. Cierto es que fue el único que se atrevió a coger el equipo en un momento dificilísimo: con la temporada comenzada, sin recursos y sumido en una situación económica ruinosa. Pero sus formas (con insultos y descalificaciones a los socios críticos, además de protagonizar trifulcas dialécticas con algunos medios de comunicación), así como algunas decisiones cuestionables (la renovación de entrenadores cuando su salida era inminente es difícilmente justificable), le granjearon no pocas antipatías en el mundillo futbolístico gandiense. Sin duda, la situación hubiera cambiado si Ignacio Avilés, que desde el primer momento despertó la confianza de la gran mayoría de socios, no se hubiera mostrado indeciso y hubiera presentado su candidatura en Septiembre. Avilés, sin embargo, movido por el apoyo social, recapacitó y no cejó en su empeño de volver a ser presidente, consiguiendo canalizar en torno a su figura, la de la persona que había realizado una gran gestión en los ochenta, la ilusión y la confianza de una afición que había desertado de las gradas tras años de decepciones.
Avilés construyó, rápidamente, aunque superando no pocas dificultades, un proyecto exitoso que dejó al club prácticamente saneado en lo económico y bien posicionado en lo deportivo (regresó a Segunda División B en la temporada 1996/97), poniendo fin a un periodo negrísimo y devolviendo la estabilidad a un Club de Futbol Gandia que vivió su peor crisis y tocó fondo en la temporada 1993/1994.

Xavi Martí-Futbol en la Ribera del Serpis.


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