NUEVE MINUTOS DE GLORIA EN LASESARRE. CF GANDIA 1999/2000.

El estadio de Lasesarre, inaugurado en 1917, fue el hogar del histórico Barakaldo CF hasta su demolición en el año 2001.
Era el típico estadio vetusto de gradas irregulares, localidades de a pie y cubiertas herrumbrosas que parecía que fueran a precipitarse sobre las cabezas de los espectadores en cualquier momento.
Lasesarre, como tantos otros estadios entrañables, fue pasto de la modernidad y sustituido por un recinto nuevo, funcional, aséptico, de gradas uniformes, pero sin ningún encanto. Uno de esos nuevos estadios que, de tan parecidos los unos de los otros, parecen siempre el mismo.

Fue allí, en Lasesarre, Barakaldo, donde el CF Gandia rozó el ascenso más importante de su historia. Fueron apenas un puñado de minutos, los que transcurrieron desde el gol inicial de Marcos, que adelantaba al Gandia en el marcador, hasta el gol del empate del Ferrol ante el Ceuta, en el otro partido clave, en los que el Gandia estuvo matemáticamente en la Segunda División A.

Plantilla CF Gandia 1999/2000. De izquierda a derecha, arriba: Guijarro, Nadal, Edu Arnau, Iván Vidal, Ignacio Català, David Bauzá, Marcos, Albelda, Naveiro y Juanjo. En el centro: Gomar, Ismael, Juanma, Rubén Brines, César Ferrando (Entrenador), Dionisio Ollero (Presidente), Rafa Nogueroles (Delegado), Chesa (Segundo entrenador), Carpio, Mallol, Fisioterapeuta y Espín. Sentados: Bellido, Roberto, Lalo, Sancho, Ausiàs, Frigola, Tomás Alonso, Rajado y Julián.

ESTABILIDAD.
Si hubiera que utilizar una palabra para describir al Gandia en la última temporada del Siglo XX esta sería estabilidad, algo no precisamente habitual en la historia del club.
Tras años turbulentos que derivaron en la crisis de mediados de los 90, que estuvo a punto de costarle la supervivencia, el CF Gandia consigue encadenar cuatro temporadas consecutivas en Segunda B marcadas por presupuestos austeros que son sufícientes, sin embargo, para garantizar la permanencia en la categoría.
César Ferrando, en la línea de estabilidad que caracteriza al club, cumple su tercera temporada consecutiva al frente del equipo. Ferrando, ex-futbolista del Valencia, que llega al equipo casi por accidente tras sustituir a Joaquín Carreras poco antes de iniciarse la temporada 97-98 y sin más experiencia que la de entrenar al Tavernes en Regional Preferente, se consolida en el banquillo blanquiazul a base de convertir en competitivos a equipos de un perfil medio-bajo. El Gandia de Ferrando es un equipo con pocas alegrías ofensivas pero pragmático, muy ordenado y que destaca, por encima de todo, por su solidez defensiva, atributos que le permiten cumplir con el objetivo de la permanencia sin excesivos sobresaltos.

Al frente de la entidad blanquiazul cumple su segunda temporada Dionisio Ollero, empresario del sector de la construcción y ex-presidente del modesto Beniopa, al que ascendió a la Regional Preferente en la temporada 1994/1995. Ollero, que no se conforma con mantener al equipo en Segunda B, ambiciona cotas más altas y plantea, a medio plazo, la construcción de una Ciudad Deportiva y la profesionalización del club, para la cual es condición indispensable convertir a la entidad en Sociedad Anónima Deportiva.

El Gandia de la temporada 1999/2000, lejos de los presupuestos que barajan rivales como Murcia, Hércules, Gramenet, Castellón o Cartagena, se plantea, siguiendo con las premisas de campañas anteriores, realizar una temporada que le permita mantener la categoría sin apuros. Pero, quién sabe, si César Ferrando, con un toque de varita, pueda convertir lo ordinario en magia…

Mini Estadi. Barcelona B-Gandia (0-2). 8 De Enero de 2000. De izquierda a derecha: Guijarro, Albelda, Marcos, Rubén Brines, Julián y Espín; David Mallol, Bauzà, Ausiàs, Sancho y Rajado.

LA LIGA.
Sigue de la temporada anterior el núcleo duro de la retaguardia gandiense, integrada por el guardameta Espín y los defensas Pepe Albelda, Carpio y Sancho, sin olvidar a los canteranos Juanma Salcedo e Ignacio Català. Ausiàs Solanes y los dos porteros suplentes, Iván Vidal y Rafa Gomar, también surgidos de la cantera blanquiazul, continúan igualmente.
El madrileño Rajado, el cullerense Nadal, Rubén Brines, natural de Tavernes y, por supuesto, el goleador Marcos Estruch, que cumple su sexta temporada en el equipo, renuevan una temporada más.
En el capítulo de Altas destaca el regreso a casa de dos gandienses: el defensa Guijarro, procedente del Relesa Las Palas murciano, que vuelve al Guillermo Olagüe después de 10 temporadas militando en diversos equipos de Segunda B, y el delantero Julián Sanz que retorna, tres temporadas después, procedente del Castellón, para cumplir su tercera etapa en el equipo blanquiazul.
Llega también el delantero Edu Arnau (Melilla), conocido por su paso por el Oliva en la temporada del debut de éstos en Segunda B (1991/1992), así como los centrocampistas Bellido (Playas de Jandia) y Tomás Alonso (Écija). Del Águilas murciano llega un centrocampista nacido en Palamós, Jordi Frigola, de trayectoria irregular, pero del que aseguran posee un talento excepcional.
La plantilla se completa con futbolistas jóvenes como David Mallol y Roberto, procedentes del Valencia Juvenil, además de los canteranos Javi Sabater, Juanjo, Ismael y un futuro mito blanquiazul, criado en la cantera del Beniopa, que responde al nombre de Naveiro: Jesús Naveiro.

La temporada comienza con un plato fuerte, la visita al Guillermo Olagüe del filial del FC Barcelona. El partido finaliza con un empate a un 1 gol que sabe a victoria, pues el Gandia, en inferioridad numérica tras las expulsiones de Albelda y Marcos, consigue neutralizar el gol inicial barcelonista con un tanto de Julián. Poco podía imaginar la afición blanquiazul que ese día pisarían el césped del estadio gandiense dos futuros campeones del Mundo: un tal Reina y un tal Puyol.
La segunda jornada estaría marcada por una clara derrota 3-0 en la visita al potente Gramenet (un partido jugado circunstancialmente en Mataró) pero también por un hecho curioso: en las filas de la Grama disputa ese partido un centrocampista alicantino, David Bauzá, que acabaría abandonando el equipo catalán para fichar por el Gandia, debutando con los blanquiazules en la jornada 6. Bauzá se convertirá en un futbolista absolutamente clave en el equipo de Ferrando.

Pese a que el comienzo de temporada es irregular, mediada la primera vuelta del campeonato una dinámica de resultados positivos apuntan a que este equipo puede aspirar a algo más que la permanencia: en la jornada 12 el Gandia vence en casa al Figueres por 2-1 y entra en puestos de promocion, y en la jornada 23, un nuevo triunfo en casa ante el Ontinyent (1-0) permite a los blanquiazules ocupar el liderato en la clasificación. Un liderato que, prácticamente, no abandonará hasta el final del campeonato.
Las estadísticas son elocuentes y revelan la gran regularidad del equipo: entre las jornadas 10 a 30 el equipo pierde un solo partido (0-1 en casa, jornada 21, ante el Gramenet) e incluso se permite algunas goleadas recordadas, como un 0-4 en La Magdalena de Novelda (jornada 15) o un 5-0 en el Guillermo Olagüe ante el Sabadell (jornada 30).

Jordi Frigola. El centrocampista catalán realizó una gran temporada y fue crucial en el éxito del Gandia.

El equipo de César Ferrando fundamenta su exitosa temporada en un seguro bajo los palos llamado Espín, que realiza una de las mejores temporadas de su larga carrera y se convierte en el Zamora de la Liga. En defensa, Sancho, Albelda y Carpio encuentran el complemento perfecto con la llegada de Guijarro y, gracias a ello, el Gandia se erige en el equipo menos goleado de la Liga. En el centro del campo Ausiàs y Rubén Brines se convierten en insustituibles mientras brillan sobremanera David Bauzá y Frigola. Este último, que dispensa un trato exquisito al balón, se convierte en el cerebro indiscutible del equipo y un jugador fundamental para el Gandia. En la delantera Julián y Edu Arnau se reparten los minutos mientras Marcos Estruch, luchador infatigable y un auténtico peligro en el juego aéreo, es el principal referente ofensivo del equipo,convirtiéndose en máximo goleador de la Liga con 15 goles, empatado con Xisco del Valencia B.
Rajado, Nadal, David Mallol y Juanma Salcedo cuentan con bastantes minutos a lo largo de la temporada, al igual que el centrocampista aragonés Lalo, que llega para reforzar al equipo en la segunda vuelta procedente del Águilas. Incluso Bellido, recuperado de su grave lesión, reaparece en el final de la temporada y se convierte en un jugador importante para César Ferrando. Por contra, Ignacio Català, el lateral derecho, pasará la temporada en blanco debido a una grave lesión.
No podemos olvidar la figura de Vicent Martí Chesa, mito blanquiazul de los ochenta, que ejerce de segundo entrenador y conforma un tándem indiscutible en el banquillo gandiense, junto a Ferrando.
Chesa, que compagina su cargo en el Gandia con su trabajo de conserje en el Polideportivo Municipal, protagoniza una curiosa anécdota: en alguna jornada de liga su turno de trabajo coincide con el partido del Gandia y se ve obligado a seguirlo, como puede, en la garita situada a escasos metros del Guillermo Olagüe. Cosas del fútbol semi-profesional.

Chesa y Ferrando en el viejo banquillo (ya desaparecido) del Guillermo Olagüe.(Fotografía «Gente del Deporte»)

Llegados a la jornada 36 de Liga el Gandia recibe en el Guillermo Olagüe al Yeclano, al que derrota cómodamente por 3-1, con goles de Sancho, Edu Arnau y Marcos. Un triunfo que le permite al equipo asegurarse la promoción de ascenso con dos jornadas de antelación. Resta el siguiente objetivo, que no es otro que conseguir la primera posición.
En el penúltimo partido de Liga el Gandia tropieza en Castellón, cayendo derrotado por 3-0 y perdiendo el liderato en favor de la Gramenet, pero en el último partido de Liga un nuevo triunfo por 1-0 ante el Alzira en casa con gol del madrileño Rajado, unido a la derrota de la «Grama» en Cartagena, permiten entonar el alirón. La afición del Gandia canta el «Campeones, Campeones» y el Gandia consigue su primer y único título de Segunda División B.

LA PROMOCIÓN.
El 15 de Mayo de 2000, al día siguiente de finalizar el campeonato de Liga, tiene lugar en los locales de la Federación Española el sorteo de la promoción de ascenso.
Se trataba de la primera promoción de ascenso a Segunda División que disputaba el Gandia desde aquella maratoniana eliminatoria ante el Mahón, en 1968, que necesitó de tres partidos y una prórroga interminable de 70 minutos, resuelta de manera estrambótica en favor de los menorquines por el mayor número de córners a favor.
Excluidos los campeones de los otros tres grupos y los equipos clasificados en el grupo 3, el del Gandia, entran en el bombo como posibles rivales Ourense, Racing de Ferrol, Mensajero, Zaragoza B, Burgos, Barakaldo, Ceuta, Xerez y Jaén.
Pasadas las doce del mediodía, Radio Gandia interrumpe su programación para dar paso a Paco Cardona, Jefe de Deportes de la emisora, que anuncia los rivales del Gandia tras finalizar el sorteo: serán el Ceuta, Barakaldo y el Racing del Ferrol.

Se trata de tres clubs históricos, clásicos de la Segunda B y con dilatada experiencia en Segunda División.
El Ceuta se perfila como el equipo más potente. Los norteafricanos cuentan con un importante presupuesto y fueron subcampeones de su grupo solo por el peor goal average ante el Granada, campeón, con el que acabaron empatados a puntos. Su entrenador, Álvaro Pérez, era un viejo conocido de la afición gandiense, pues fue el entrenador del Maspalomas en aquel histórico partido de la temporada 1985/86 en el que el Gandia goleó por 5-0 a los canarios y consiguió el primer ascenso de la historia a Segunda División B. El Ferrol, por su parte, es un equipo que cuenta con varios jugadores de las canteras del Deportivo y Celta, por entonces dos de los grandes clubs del fútbol español, mientras el Barakaldo, el equipo teóricamente menos potente, es el típico equipo de Euskadi, integrado exclusivamente por jugadores vascos, fuertes físicamente y siempre competitivos.
El Gandia no tiene el historial de sus rivales ni el potencial económico del Ceuta, pero está dispuesto a demostrar que su título de campeón no es, precisamente, casual.

Blanc i Blau número 10. Boletín informativo del CF Gandia editado en la temporada 1999/2000.

El acontecimiento provoca una atención mediática sin precedentes. El semanario Gente de La Safor publica un número especial con 16 páginas dedicadas exclusivamente al Gandia, mientras la Televisión Comarcal inicia un programa especial presentando por el periodista Joan Estornell y la televisión autonómica Punt 2 llega a un acuerdo con el club para retransmitir en directo los tres partidos del Guillermo Olagüe.

La promoción comienza un 21 de Mayo de 2000 con un difícil desplazamiento al estadio Antonio Murube de Ceuta, un campo en el que el equipo local aún no había conocido la derrota en toda la temporada.
Los locales llevan la iniciativa en la primera parte pero no hay goles y se llega al descanso con 0-0. A poco de comenzar la segunda parte el Ceuta se adelanta en el marcador por mediación de Alfonso, pero poco después se produce una jugada clave: en el minuto 60 el árbitro señala un penalti a favor del Gandia que le cuesta la expulsión al ceutí Pablo Sanchez. El penalti lo transforma Sancho y poco después, Marcos, en el minuto 72, da la vuelta al marcador. Con 1-2 y superioridad numérica el partido se pone claramente a favor de los blanquiazules pero, sin casi tiempo para asimilar la ventaja, el Ceuta empata merced a un penalti transformado por Diego López en el minuto 76, estableciendo el 2-2, que será resultado final.
El Gandia hace un partido notable en Ceuta que deja, sin embargo, un regusto agridulce, pues los blanquiazules pudieron haberse llevado los tres puntos en el compromiso, previsiblemente, más complicado de la liguilla.

En la segunda jornada el Gandia debuta en casa ante el Racing del Ferrol. El partido despierta una gran expectación y se espera una gran entrada en el Guillermo Olagüe. El mítico «Pichi«, con la ayuda del club, organiza una nueva peña de animación, «Amunt Gandia«, que pretende dar colorido a la grada y contribuir a convertir el estadio en un hervidero. El Guillermo Olagüe, efectivamente, se convirtió en un hervidero, pero por motivos diferentes a los esperados…

28 de Mayo de 2000. Gandia-Ferrol. De izquierda a derecha: de pie, Guijarro, Edu Arnau, Rubén Brines, Marcos, Pepe Albelda y Espín. Agachados Bauzà, Sancho, Juanma, Lalo y Frigola. (Foto Safor-Guía).

La directiva decide fijar el horario de comienzo del partido a las 17 horas, pensando en que el equipo gallego pudiera tener dificultades para adaptarse al calor.
Lo cierto es que el inusual horario, a las puertas del verano, en un Domingo de celebración de Comuniones, sumado al alto precio de las entradas (5.000 pesetas Tribuna y 3.000 General) mas la retransmisión del partido en directo por parte de la Televisión Valenciana, fueron factores determinantes para que la asistencia de espectadores fuese menor de lo esperado y el estadio presentase, apenas, una media entrada larga.
En el terreno de juego, por si fuera poco, las cosas no fueron mucho mejor. Padin, a los 10 minutos, adelantó al Ferrol en una primera parte casi sin ocasiones y con un calor insufrible (ese día el termómetro alcanzó los 35 grados de máxima). Un calor que nubló las ideas a los dos equipos por igual y que derritió a la afición gandiense de la grada de General, que resistió como buenamente pudo el sol implacable. Deus, a los 15 minutos de la reanudación hizo el 0-2 ante un Gandia noqueado y los ferrolanos, exhibiendo una efectividad máxima, se metieron el partido en el bolsillo. Los blanquiazules intentaron reaccionar pero con escasa pegada, y solo en la recta finalísima, Marcos, en el minuto 92, pudo perforar la portería rival, aunque demasiado tarde.

Gandia-Ferrol. Rubén Brines pugna con un futbolista ferrolano. (Foto La Voz de Galicia)

La derrota (1-2) en casa obligaba a no perder en la devolución de visita en A Malata. Sin embargo, Piñeiro Crespo, el colegiado del partido, iba a tener un protagonismo indeseado. A los 9 minutos de juego unas manos inexistentes de Guijarro dentro del área eran sancionadas con penalti y provocaban, además, la expulsión del defensa gandiense, al ver la segunda tarjeta amarilla. El Ferrol transformaba el penalti y se adelantaba en el marcador. El Gandia, con inferioridad numérica durante casi todo el partido, acabó perdiendo por 3-0.

Tras tres partidos, la doble derrota ante el Ferrol deja al Gandia prácticamente sin opciones. Los gallegos lideran con 9 puntos mientras el Gandia cierra la tabla con un solo punto. Los gandienses necesitan ganar los tres partidos que restan y esperar a que el Ferrol pierda los suyos.
El Ceuta visita el Guillermo Olagüe en la cuarta jornada ante apenas un millar de aficionados, los más fieles. Una triste y decepcionante entrada de una afición que había dado la espalda al equipo ante las casi nulas opciones de ascenso. Los de Ferrando, sin embargo, se empeñaron en mostrarles que estaban equivocados. El Gandia no iba a dar su brazo a torcer.

Marcos Estruch en su mejor temporada con el Gandia. Pichichi de la Liga con 15 goles, marcó 4 goles más en la promoción.

Marcos, quién si no, adelantó al Gandia a los 20 minutos. Mediada la segunda parte, con el Ceuta volcado en la portería de Espín, un contraataque deja solo a Frigola ante el portero rival. El catalán envia una vaselina que se estrella en el travesaño y Nadal de cabeza remacha a placer al fondo de las mallas. Es el 2-0 definitivo. Con la victoria ante el Ceuta y la derrota del Ferrol en Barakaldo, el Gandia salvaba la primera bola de partido.

De nuevo en el Guillermo Olagüe, en la penúltima jornada de Liga, el Gandia recibía al Barakaldo. Sabedores de que el Ferrol había vuelto a perder el día antes en Ceuta, blanquiazules y gualdinegros necesitaban una victoria para llegar a la última jornada con opciones.
2.000 espectadores presenciaron el partido, con numerosa presencia de aficionados barakaldeses desplazados en tres autobuses.
Tras una primera parte de tanteo, los dos equipos buscan la victoria en la reanudación. En el minuto 56 Julián se planta solo ante el portero vasco Iosu y lo supera, estableciendo el 1-0. El «Baraka» aprieta en busca del empate pero la defensa gandiense resiste hasta el final. El Gandia se impone finalmente por 1-0 y la admirable hinchada visitante, pese a la derrota, obliga a su equipo a salir del vestuario y saludar a sus jugadores.
Segunda bola de partido salvada y el Gandia se jugará el ascenso en la última jornada.

Llegamos al domingo 25 de Junio de 2000. En el último partido de la Promoción el Gandia visita el viejo Lasesarre, en el que será (previsiblemente) el último partido del estadio barakaldés. Los locales no se juegan nada tras la derrota en Gandia en la jornada anterior, mientras los blanquiazules necesitan ganar y esperar una derrota del Ferrol, que juega en casa ante un Ceuta que aún tiene opciones de ascenso. A los gallegos les vale el empate para ascender.
La empresa se antoja difícil pero no imposible. El Ayuntamiento engalana la Plaça Jaume I («Plaça dels Colomets«) con banderas blanquiazules en previsión de una celebración de ascenso, pero la afición no parece confiar demasiado y vuelve a decepcionar. Apenas una treintena de aficionados se desplazan en un autobús fletado para la ocasión hasta tierras vizcaínas.
El partido no puede empezar mejor y a los 18 minutos de juego el Gandia se adelanta en el marcador por mediación del «killer del área», Marcos Estruch. El Ceuta, casi al mismo tiempo, hace lo propio en Ferrol con un gol de Berruezo. Con esos marcadores, durante 9 minutos, el Gandia es equipo de Segunda División A. Hasta que llegan malas noticias desde A Malata y el Ferrol empata el partido.
En los últimos minutos de la primera parte de ambos encuentros vuelve a haber variación en el marcador: llegan noticias positivas desde El Ferrol y el Ceuta se adelanta de nuevo por mediación de Pablo Sánchez, pero, lamentablemente, el Gandia ve como el Barakaldo empata con un gol de Larreina. Al descanso, el Ceuta era equipo de Segunda División A.
A poco de comenzar la segunda parte el Ferrol empata de penalti y el panorama se complica para el Gandia. Los de Ferrando intentan volver a adelantarse en el marcador, pero el Barakaldo se defiende bien.
El sueño del Gandia termina desvaneciéndose cuando Luque, de falta directa, consigue el definitivo 2-1 para el Barakaldo en la recta final del partido. El Ferrol, no sin fortuna, consigue mantener el empate a 2 goles, suficiente para conseguir el ascenso ante las protestas de los ceutíes que lamentan indignados la actuación del árbitro.

El histórico estadio de Lasesarre, donde el Gandia rozó la gloria. (Foto «Histórico Barakaldo»).

Fue un punto y final triste para una temporada increíble que pasará a los anales de la historia blanquiazul, pues nunca el club había estado tan cerca de la categoría de plata del fútbol español.
El Barakaldo-Gandia, no sería, por cierto, el último partido de Lasesarre, pues aún acogió algún encuentro de la siguiente temporada, la 2000-2001, siendo demolido finalmente a principios del año 2001.
Meses después de finalizada la temporada 1999/2000 el Gandia volvió a ser noticia por la disputa de una eliminatoria de Copa del Rey ante el FC Barcelona que supuso una lluvia de millones en las arcas de la entidad.
El comienzo del nuevo siglo no podía ser más ilusionante para el club: al título de campeón 1999/2000 se añadía el impacto y la repercusión que tuvo a todos los niveles el partido contra el Barcelona. La afición blanquiazul se frotaba las manos ilusionada ante las perspectivas de futuro. Pero los acontecimientos iban a tomar un giro tan inesperado como desalentador…

Xavi Martí – Fútbol en la Ribera del Serpis.

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